domingo, agosto 30

En estado volitivo



Hay momentos en los que almas lloran, en los que vidas completamente se redecoran. En los que los sentimientos mas íntimos afloran, esos en los que el único refugio pasa a ser éste Coral.

Ese, al que como yo, fanáticos adoran, cuando las lágrimas en la garganta se atoran, cuando reflexiones en soledad más se valoran, cuando las páginas de canciones de paz harán que, recuerdes horas que viviste en ese parque, amistades que perdiste, amistades que ganaste. Situaciones que ya viste en un deja-vù triste, un quiste que estragiste a tu mente para que embarque en un viaje a otro lugar, que hará que se desmarque del resto que se ahogan ancladas en ese estanque. Dejando que el ritmo marque el momento en el que arranque, el motor que, por amor a esto, debería dejar que el sonido que consigue erizar tu piel cobre el sentido, y la importancia que merece dentro de lo que has vivido.

Coge las riendas de tu vida, convencido de que eres uno más de los que jamás ha fingido. Y ese lazo que con el siempre te has unido, ese que hizo que dejases de estar deprimido, ese que venció la maldición que ya se ha ido, ese cuya hermosa premonición hoy se ha cumplido.

Nuevo coque, comenzaste a ver las cosas al fín desde otro enfoque, con más magia y ese toque de ilusión que descoloque los cimientos de ese bloque, trás un choque que provoque que tu cuello se disloque. Porque la profunda herida que causó el estoque, hace que tu vida se hunda y un tiempo pasado evoque, en el que música fue a salvación y ha sido que, en forma de canción en tu razón, hace que brote la esperanza. Que el peso de las cosas buenas equilibren la balanza, que tu refugio personal te llene de templanza, la música de fondo con la cual tu vida avanza, y es entonces cuando hasta la luna puedes alcanzar.

miércoles, agosto 26

Y sobre el amor...?


Impotencia argumentativa... partiendo de una base que responde a perspectivas y a que fuera de un discurso especulativo, el amor tristemente muere con el romanticismo en una apología biologicista, prefiero lo primero.


Amor, nos gusta, a pesar de que, en mi opinión se haya definido el enamoramiento muy tremendísticamente como " estado patológico de disgregación del yo (sí, esto es Freud) próximo al delirio" (y es que cuando le venía la inspiración, pangermanismo austríaco!); pues a pesar de, y a hora me pongo muy freudiano, continúa gustándonos el "onanismo intelectual" este del amor, y es que estoy convencido de que nos enamoramos antes de nosotros mismos y nuestra percepción de estar enamorados, del amor romántico en sí, que de otra persona a la que atribuír adjetivos para hacer cómplice de un camino particular, para empatizar en una esfera creacionista, una esfera perceptiva inexistente, una sensación neuronal que culmina en divergencia mental dependiente... si es que sí que hay desetructuración.

Entonces, ¿por qué nos gusta tanto sentirnos impotentes? quizás lo que realmente nos satisface es una pseudoexperiencia de "logolización de lo contingente", de una aproximación mística al placer intelectual y a la reciprocidad carnal... Venga ya! Simplemente lo reduciría a un lastre antropológico cultural... es verdad que la dependencia materno-filial es evidente, pero no es algo necesario en sentido ontológico ya que parir un hijo debe ser sobrecogedor, pero no deja de verse como una dependencia de algo material, una madre que se encariña con una posesión y un hijo que se enamora de la superación de una vulnerabilidad existencial... aun así, en el improbable caso de estar en lo cierto, la explicación biológica sujeta a modos de actuar adquiridos por una comunidad no se justifica hoy por hoy, en un planeta en el que la protección endogámica sí que se ha desmitificado, (sin ir más lejos por la conectividad social que ahora mismo la telemática me permite que conocedores de mi idioma con un router puedan leer en cualquier parte del planeta mi pajilla mental... )

Entonces qué? Cambian los tipos de amor romántico? maduramos sentimentalmente a la vez que el "zeitgeist" (espíritu de una época) evoluciona circunstancialmente? realmente creemos que podemos sobrevivir sin ello? Es más, podría una persona ser educada de tal manera que no pudiese sentir ni el mínimo grado de dependencia sentimental? y esta nueva categoría en un código moral hipotético sería más lícito?

Creo que no quiero encontrar una respuesta... Nos gusta ser masocas, porque realmente existe placer en el sufrimiento, en el estado más enajenado de autoafirmación de la vulnerabilidad en un medio hostil... Deberíamos superar que no podemos hacer filosofía primera sobre las cosas, ni éticas de máximos, ni idealizaciones conceptuales de abstracciones que sólo tienen propiedad en el hecho de considerarse animal racional... a veces la autocrítica viene muy bien para un despertar placentero esporádico, para un regocijo intelectual de apopléjica pedantería con vistas a superar el drama del hombre pero en este cómico planeta lo que realmente cuenta es la supervivencia y un autoengaño de placer hedonista...

... las caricias y los mimos nunca matan y siempre enseñan!

domingo, agosto 23

para (alter)arte...


A todos aquellos que no ven el arte como un mero entretenimiento de la vida contemplativa.

A todos aquellos que con sus reflexiones solitarias buscan un nuevo amanecer, sentir que la vida avanza,
que no hay absurdo en la palabra esperanza, que hay algo más que está por ver y por hacer…

A todos aquellos que no ven dinero en el arte, ni arte en el dinero.

A todos los que aburridos de pasear por calles grises que transforman los días en sombra, todavía tienen fuerzas para un último suspiro, un último grito, una última alteración en grado de revolución.

A todos ellos, si están convencidos de que, al igual que el mundo se destruye a si mismo, el mundo puede cambiar, mostrando belleza, hiriendo a fantasmas monótonos con bocas descosidas que lo último que ahora quieren es volver a sellarse. ¡Comencemos a alterar!
Dejando que el ritmo encienda el motor de una importante y colorida salvación de olores, melodías, sentimientos, imágenes y coreografías que han perdido el freno, en un imparable torrente de veloz inquietud artística que está a punto de explotar.

Somos uno y no somos nadie. Estaremos continuamente mostrando que, por ser abstracto, todo se puede expresar y a todo el mundo se puede llegar, no dejando indiferente.

Porque no vivimos en el mejor mundo de los posibles, vivimos en el mundo que nos ha tocado cambiar y nos dejen o no creernos en la posesión de nuestra libertad, ¡Tenemos las fuerzas suficientes para alterarles!

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Si crees que es imposible, es imposible!